lunes, 24 de noviembre de 2014

Pisar una mierda de perro no trae buena suerte


"Pisar una mierda de perro trae buena suerte". No, nunca, una mierda es una mierda y lo más que trae es un olor desagradable y, en muchos casos, un par de zapatos menos; además de un mal humor que difícilmente se controlará a lo largo del día.


"Pisar una mierda trae buena suerte". No, es una guarrería propia de ciudadanos con escaso o nulo civismo que se consideran aptos para tener una mascota, pero que no son aptos para recoger una mierda. Espero que nos les dé por engendrar y traer retoños al mundo, porque si dejan las de sus mascotas, igual también les da por dejar las de sus vástagos. Aunque, ya puestos, que se ahorren ir al excusado y usen la vía pública, así las posibilidades de que toque el Euromillón, aumentarán.


¡Ah, no! Me olvidaba, pisar una mierda no trae suerte es, simplemente, una gorrinada propia de gente que no sabe que la mejor carta de presentación de una ciudad y de sus ciudadanos es su limpieza.


He vivido en muchos sitios, unos más limpios que otros, pero he notado un aumento en la dejadez de los ciudadanos. Da, literalmente, asco pasear por algunas calles de Huelva capital, Aljaraque o Punta Umbría, por nombrar solo algunas.


suciedadHuelvaSuciedadHuelva


Esto, unido a la falta de limpieza por parte del personal de este servicio, hace que la ciudad, sobre todo en los barrios no turísticos (en el caso de la capital, todos menos el centro) sea más gris y desagradable.

La crisis se nota en muchos ámbitos y el de la limpieza es uno más. Pero la crisis parece afectar también a los ciudadanos, aunque más que crisis lo llamaría dejadez y falta de respeto por quien también va a pisar esa acera.

Es indignante que recriminar a alguien que no recoge la mierda de su perro o tire un papel al suelo esté mal visto.

Es irrisorio que continúen "estimulando" a los propietarios de perros a recoger las mierdas bajo amenazas de denuncias, sobre todo porque no conozco a nadie a quien haya parado la policía para ver si había recogido la mierda de su perro y, mucho menos, he visto visto a un policía multar por ello. Y quizás con un perro sea más difícil, pero he visto caballos y policías, unos al lado de los otros , sin ser romería o fiesta y, tras dejar el abono el caballo y su dueño en el asfalto, seguir cada uno su camino sin más.

La táctica de la coacción puede ser efectiva si se ejecuta, pero no se trata de recoger la mierda por miedo a que te multen. Se trata de concienciar a los ciudadanos de que la calle es de todos y para todos, y que mantenerla en buenas condiciones es tarea de todos, nos sólo de una plantilla del servicio de limpieza cada vez más reducida.



Una ciudad que luce limpia, no sólo es más atractiva para el de afuera, sino que habla positivamente de sus ciudadanos.

Lamentablemente, en esta ciudad, pisar una mierda no trae suerte, es sólo cuestión de pasear sin mirar al suelo.

2 comentarios:

  1. Yo cogía a los dueños, les ataba una correa al cuello y les obligaba a ir de rodillas por las mismas calles por donde ellos pasean con sus perritos.

    Así que vamos a hacer una normativa municipal ya!!!

    ¿...y si se la recogemos nosotros? para luego tirársela a la cara como si una bola de nieve hedionda, putrefacta y maloliente se tratara

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    1. Veo que tú también has pisado más de una...
      Es una pena que la gente esté tan poco concienciada...

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